sábado, 25 de octubre de 2014

Hermanos Videla

Jorge y Oscar Videla
Luisito y Pacusito
Hermanos Videla




Los Videla descienden de tempranos inmigrantes que, por relaciones y oficio, se fueron acomodando a la vida colonial de la ciudad de Mendoza y que siguieron en pie durante la emancipación americana. Algún Videla fue chasqui de San Martín, dicen.
 A fines del siglo diecinueve, la familia tenía un taller metalúrgico que fabricaba carros y armas para el ejército. Por los cruces de familias, se había labrado un apellido resonante: Videla Correas Salinas. La memoria de Jorge y Oscar sólo se remonta hasta ese punto, hasta los fines del siglo diecinueve, la época del bisabuelo, Julio Videla Correas Salinas, su taller metalúrgico y las peleas con sus hijos, Luis y Rufino. Lo demás se pierde en la nebulosa. Pero para la historia familiar, y para la del circo también, esa limitación es conveniente, pues coloca el relato al nivel del símbolo. De forma oblicua, el bisabuelo Videla señala el origen del circo. Es la autoridad necesaria para la rebelión. La memoria circense de los Videla empieza con una separación entre el padre y los hijos, con la imagen romántica de un abuelo prófugo.
Ni Luis –el abuelo de los hermanos se llamaba Simón Luis, pero lo refieren por su segundo nombre- ni su hermano Rufino querían trabajar en la fragua de su padre y eran castigados por ello con frecuencia. Probablemente, el severo Julio veía con furia que la tradición familiar, tan largamente trabajada, conquistada con tanto esfuerzo, se desvanecía en sus hijos. Luis y Rufino, por cierto, tenían otros planes, tal vez no muy definidos pero, sin duda, no incluían la fragua.
Se fugaron un día de la casa paterna. Luis –el prófugo que nos interesa- se metió a farolero para sobrevivir la exclusión del ámbito laboral de su padre. Pero no le fue bien. Tenía solo quince años y la posibilidad de encontrar un fantasma, una mujer sin cabeza o algo por estilo, mientras prendía los faroles, lo hizo abandonar su flamante empleo. No renunció a la conquista de su independecia, sin embargo, y pronto reorientó su rumbo. Pasaba por Mendoza un circo –no sabemos cuál- y se incorporó a él con su hermano. Rufino lo dejó al poco tiempo, para seguir la carrera militar. Luis se quedó y aprendió las artes.
Con los años –se resume así una larga vida y una mutación familiar- supo ser acróbata, anillista, jinete y actor (por sus diestras caracterizaciones de sargento lo apodarían más tarde "el rey de los sargentos"). A los veinte años se casó en un circo por primera vez (aún se casaría tres veces más). Entretanto, durante las giras, fueron viniendo los hijos, que sumarían doce, finalmente. El abuelo trabajó en diferentes compañías. Pasó por el circo de los Podestá y por el de Rafeto.Estuvo también en el circo Fernández Fassio, el Méndez, el Manetti, el Politeama Campos. 
En el circo, aprendió a ser payaso. Hay una foto de 1910 que lo retrata como el Tony Panchito.
Apoyado sobre un bastón, calza grandes chalupas y viste un enorme pantalón con tiradores y una camisa desabrochada con el cuello abierto. Posando para la foto, maquillado y con el pelo revuelto, Panchito mira el objetivo con desafiante seriedad, salvajemente. En la década de 1940, fundó su propia empresa con sus hijos, y la llamó "Hermanos Videla". No deja de ser curioso que la fuga de una tradición haya dado pie, finalmente, al establecimiento de otra, que el rechazo del taller metalúrgico de don Julio haya sido el origen de la dinastía circense de don Luis. El abuelo murió en Concordia en 1958. Tenía ochenta años.

En 1980 Los Hermanos Videla abandonaron la vida trashumante para fundar en 1980 la primera escuela de circo de Argentina, que sigue funcionando"Circo criollo"


Jorge y Oscar Videla
Luisito y Pacusito
Hermanos Videla

Jorge y Oscar Videla
Luisito y Pacusito
Hermanos Videla

Jorge y Oscar Videla
Luisito y Pacusito
Hermanos Videla

Jorge y Oscar Videla
Luisito y Pacusito
Hermanos Videla

Julio Videla(Tony Panchito) abuelo de Jorge y Oscar Videla.

Escuela de circo:Circo Criollo
Hermanos Videla

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